Diversión sin fín Viaje a los fogones Prestigio internacional Espacio cultural El lenguaje de las piedras ![]() Pura naturaleza sin salir apenas del casco urbano
Los prados verdes llegan en Oviedo hasta el mismo límite de la ciudad. Aunque no resulta sencillo cuantificar el espacio verde con que cuenta la capital, en los documentos municipales aparece un millón de metros cuadrados de zonas que necesitan atención y cuidados de mantenimiento. Partiendo de esta base existen cuatro parques y jardines que sobresalen en el conjunto urbano : el Campo San Francisco, el Campillín, el parque Purificación Tomás, y el Parque de Invierno. El primero de los mencionados es, sin duda alguna, el más representativo y rico, ya que en sus terrenos aún se conservan tesoros como varios ejemplares de carbayón o roble, el árbol emblemático de la ciudad.
Como prueba de aquellas actuaciones quedan las 127 especies diferentes de árboles y arbustos, a los que se agregan otras 23 variedades de cultivos. El 0,5 por ciento proviene de Africa, el 14 por ciento de América, el 3 por ciento de Australia y Oceanía, el 9 por ciento de la zona mediterránea, los Balcanes y Asia Menor, el 16 por ciento de Europa y el 3 por ciento de España. Además, once de las especies se consideran típicas del paisaje astur.
Hoy en día el campo ha ido dejando atrás su condición de bosque para
convertirse en un parque, con paseos pavimentados, mobiliario urbano y zona
de juegos infantiles. Los técnicos del Ayuntamiento consideran carente de
sentido el mantenimiento de un bosque de 90.000 metros cuadrados en pleno
centro de la ciudad.
A poca distancia se sitúa el Campillín, un parque de tipo inglés, con más extensión de flores y césped. Su origen se remonta a la posguerra, cuando se construyó sobre un solar que dejó libre un bombardeo.
Al Sur se sitúa el Parque de Invierno, que recibe este nombre por su
orientación, que le aporta un ambiente soleado y cálido, idel para los paseos
o el deporte en los meses más fríos del año.
Entre las zonas rústicas más cercanas al casco urbano destaca la cima del Naranco, donde el Ayuntamiento dispone de 25.000 metros cuadrados, en un territorio de 300.000. Ules, en el Noroeste, y Villamar, al Oeste, constituyen otras dos reservas de naturaleza para disfrutar del campo sin moverse casi de la ciudad. |