Diversión sin fín Viaje a los fogones Espacio cultural El lenguaje de las piedras Verde sobre el asfalto ![]() ![]() Con la consesión del Premio Principe de Asturias de los Deportes al atleta estadounidense Carl Lewis, se cerraron y posteriormente se entregaron los premios el pasado mes de noviembre de 1996, a las personalidades galardonadas. Los ocho premios concedidos, son una excelente muestra de la labor que desde hace dieciséis años desempeña la Fundación Príncipe de Asturias, cuyo prestigio llega cada vez con más fuerza a todos los rincones del mundo. La ciudad de Oviedo debe a la Fundación hechos tan significativos como la presencia anual de S.A.R. el Principe don Felipe de Borbón, que cada año acude fiel a su cita en la ceremonia que se celebra en el teatro Campoamor. Los ovetenses ya se han acostumbrado a la presencia del heredero de la Corona, que siempre ha manifestado un especiel cariño por la tierra astur. En esta ocasión el premio de Comunicación y Humanidades ha recaído en el filósofo Julián Marías y en el periodista italiano Indro Montanelli. El de Letras fué concedido al escritor español Francisco Umbral, y el de Ciencias Sociales al historiador británico John H. Elliot. El maestro Joaquín Rodrigo, decano de los compositores españoles, ha sido galordonado con el premio de Artes, y al cardiólogo catalán Valentín Fuster, el premio de Investigación Científica y Técnica.
La idea de la creación de los premios nació del director general de la Fundación, Graciano García, quien pensó que sería bueno para Asturias aprovechar la estrecha relación de la Casa Real Española con el Principado para poner en marcha una entidad que apoyara el desarrollo de Asturias, su industria y su identidad. El paso de los años no ha hecho más que corroborar que aquella idea estuvo plenamente acertada. Cada uno de los premios Principe de Asturias, concedidos por primera vez en 1981, está dotado con 5 millones de pesetas, la escultura creada y donada especialmente por Joan Miró para estos galardones, un diploma y una insignia. A todo esto se añade un valor añadido que se centra en el reconocimiento mundial de unos galardones que junto con los Nobel suecos, son los más importantes que se conceden actualmente en el mundo.
La Fundación también patrocina importantes actividades culturales, como los coros, que tienen sus locales de ensayo en los bajos del teatro Filarmónica, y que disfrutan hoy en día de un merecido prestigio mundial. Además, la institución concede anualmente el galardón al Pueblo ejemplar de Asturias, que también es visitado por el Principe de Asturias. Ir a índice de esta página |