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Cuando los dinosaurios se desplazaban sobre terrenos de gran plasticidad (limos y fangos), las huellas de sus pisadas, "icnitas" podían quedar impresas en el suelo, en ocasiones con tanto detalle como para distinguirse las almohadillas de los pies o las uñas. Evidentemente, estos terrenos no se encontraban petrificados en el momento en que se estamparon las pisadas, sino que eran suelos arcillosos donde fácilmente quedaba registrado el rastro que dejaban a su paso. Ahora bien, el hecho de que las "icnitas" puedan llegar a conservarse es ya algo fortuito, pues han de concurrir diversos factores para que tenga lugar este proceso: ![]()
En Asturias existe una franja marítima con abundantes afloramientos de la Era Secundaria, donde aparecen formaciones que llevan entre sus sedimentos las improntas de estos antiguos pobladores de la Tierra. Se trata de la rasa costera -antigua plataforma de abrasión marina emergida-, que se extiende entre los municipios de Villaviciosa y Ribadesella, cuyas formaciones están constituidas por acumulación de materiales correspondientes a la Era Secundaria o Mesozoico. Estas formaciones tienen sus afloramientos precisamente en las zonas de acantilados, donde la acción mecánica del mar produce su buzamiento (inclinación) hacia el litoral, los pone al descubierto y los va desgajando paulatinamente hasta provocar desplomes de rocas, "destapando" sedimentos que muestran huellas de dinosaurio. En la franja costera comprendida entre La Isla y Caravia no hay "icnitas" pues los materiales que constituyen el suelo no facilitaron su formación. Las zonas pantanosas y costeras fueron las más idóneas para la conservación de las huellas que, cubiertas rápidamente por sedimentos de lodos y arenas, alcanzarán cierto grado de petrificación. ![]() Fotografía : © Angel Cabiedes 1997
Los acantilados de Ribadesella están constituidos por materiales "jurásicos". Estas formaciones que afloran, se encuentran salpicadas de "icnitas" y "fósiles"
que resultan fácilmente visibles deambulando por su entorno. El primero de ellos se localiza a pocos kilómetros de la villa. Se trata de la playa de Vega, en cuyo extremo oriental se observan los afloramientos de materiales jurásicos (margas, areniscas y arcillas) que llevan impresas algunas improntas de dinosaurio. ![]() Fotografía : © Angel Cabiedes 1997
Acantilados de Tereñes (RIBADESELLA) Fotografía : © Angel Cabiedes 1997 ![]()
En este extremos de la playa se puede tomar la carretera que sube a Tereñes, a escasos kilómetros al Oeste de la villa. Sus acantilados, muy frecuentados por pescadores, son fácilmente accesibles durante la bajamar. Aquí encontramos algunos de los mejores ejemplares de huellas tridáctilas.
Cerrando la
"Formación Jurásica de Ribadesella"
y con algunos ejemplos de
"icnitas"
, se encuentra el pedral de Arra. Se trata de una playa en formación constituida por
"cantos rodados"
, a la altura de los pueblos de Collera y Meluerda, frente al mote Telladura. El pedral se extiende hacia el Oeste comunicando con la villa en la playa de la Atalaya, haciéndose fácilmente transitable en las horas de marea baja. En este punto, la facies jurásica enlaza ya con los acantilados de caliza del periodo Carbonífero, impresionantes formaciones
"Cársticas" cortadas a tajo, que se elevan a más de 50 metros sobre el nivel del mar. Es aquí donde terminan los afloramientos jurásicos de Ribadesella, y la ruta asturiana de los dinosaurios. ![]() ![]() Fuente : Página del Ayuntamiento de Ribadesella www.ribadesella.com ![]() Para cualquier consulta o sugerencia diríjase a los autores de la página : ![]() |